Increíble, que con tan pocos acordes de sintetizador -y algo de guitarra- se pueda componer una canción tan bella. Biutiful, romántico, gozoso, a ratos lacrimógeno, este tema que el joven francés Jacno -recientemente fallecido- compuso en 1979. Eterna e inspiradora, la canción que sirvió de guía a Gigi D'Agostino para componer su magistral versión italodance, La Passion.
R.O.C.
Muchas veces, la genialidad se encuentra en lo más sencillo (que no simple), y este tema es una clara muestra de ello. Unos pocos acordes, sí, pero menudos acordes y qué bien combinados, y qué sonido tan orgánico a pesar de ser un tema electrónico. Muy bueno.
ResponderEliminar